19.3. conjunciones adversativas




Vamos a ver en seguida que cosas muy fáciles en la práctica, tan fáciles que nisiquiera uno se da cuenta que pudiese haber un problema, son difíciles a nivel teórico. Sin embargo el autor de estas líneas diría que solo son fáciles, porque el cerebro humano hace "intuitivamente" distinciones muy sútiles que resultan difíciles de entender, si tratamos de analizarlos lógicamente.

Conjunciones adversativas introducen una oración que describe una acción que impedió la realización de la acción descrita en la oración principal. La oración subordinada concesiva describe una acción que podría impedir la realización de la acción descrita en la oración principal, pero no lo hizo.

oración subordinada adversativa: Quería comprarse un coche, pero no tenía dinero.
=> La acción, en este caso un estado, impedió la realización de la acción descrita en la oración principal.

oración subordinada concesiva: Se compraba un coche, a pesar de que no tenía dinero.
=> La acción, en este caso un estado, habría podido impedir la realización de la acción descrita en la oración principal, pero no lo hizo.

La conjunción adversativa más importante es pero. La conjunción concesiva más importante es a pesar de que.

oración subordinada concesiva: A pesar de haber ahorrado mucho dinero, no alcanzaba.
oración subordinada adversativa: Había ahorrado mucho dinero, pero no alcanzaba.


Cualquier frase subordinada adversativa puede ser convertitda en una frase subordinada concesiva.

En el caso de una frase subordinada adversativa la oración subordinada describe un acontecimiento opuesto al acontecimiento descrito en la oración principal y el acontecimiento de la oración principal no ocurre.

En el caso de una frase subordinada concesiva la oración subordinada describe un acontecimiento que habría podido impedir que el acontecimiento descrito en la oración principal ocurra. Sin embargo y a pesar de esto el acontecimiento ocurrió.

Casi siempre, vea abajo para las excepciones, una frase subordinada compuesta adversativa puede convertirse en una frase subordinada concesiva sin que cambie el significado. Hay que cambiar la conjunción concesiva por una conjunción adversativa y la oración principal por la oración subordinada.

Habría debido tirar por la derecha, pero tiró por la izquierda.
A pesar de haber debido tirar por la derecha, tiró por la izquierda.
A pesar de que lo sabe, no me lo dice.
Lo sabe, pero no me lo dice.
A pesar de que es arrogante, todos le quieren.
Es arrogante, pero todos le quieren.
A pesar de que no tiene mucho dinero, tiene un tren de vida muy alto.
No tiene dinero, pero tiene un tren de vida muy alto.


El problema también es que las nociones concesivas y adversativas carecen de sentido. En el caso de concesivo todo el mundo piensa a conceder, en latín concedere. De conceder también deriva la concesión y en este caso pega bien. La concesión concede a alguién el derecho de hacer algo. Una conjunción concesiva sin embargo no concede nada. La oración subordinada concesiva no impide algo, pero no concede nada. Adversativo viene de viene de adversus, opuesto. Pero la oración subordinada adversa no describe nada opuesto. En una frase de tipo "Quería una naranja, pero recibió una manzana" no hay nada opuesto. La naranja no es el contrario de una manzana. Es simplemente otra fruta.

De vez en cuando hay un cambió de significado al sustituir una frase subordinada adversativa por una frase subordinada concesiva.

1) Ha leído el libro, pero no ha comprendido nada.
2) A pesar de que no ha entendido nada, ha leído el libro.

Diría el autor que estas dos frases no significan exactamente lo mismo. En 1) ha leído el libro sin nisiquiera darse cuenta que no entiende nada. (Algo que de hecho sucede muy a menudo. Para mucha gente el Quijote es una colección de aventuras absurdas y no ven que incluye, entre otras cosas, una crítica masiva de la religión.) Diría el autor que en el caso de 2) él estaba consciente de que no capta el sentido del libro mientras lo leía.

La imposibilidad de sustituir una frase subordinada adversativa en una frase subordinada concesiva se nota más claramente en estos ejemplos.

Le gusta leer, pero no novelas policiácas.
no: A pesar de que no le gusta leer novelas policiácas, le gusta leer.
Para esto pago como máximo 500 euros, pero no mil.
no: A pesar de que pago para eso 500 euros, no pago mil euros para eso.

El problema aquí es que la oración subordinada concesiva no describe una acción que habría podido impedir la realización descrita en la oración principal. La oración subordinada concesiva es una restricción.

La agrupación que se hace en los libros de texto de las conjunciones en adversativas (pero), concesivas (a pesar de que), condicionales (si), temporales (cuando), modales (como), conclusivas (de modo que), temporales (mientras), finales (para que) es problemática por muchas razones. Muy a menudo la misma conjunción puede, dependiente del contexto, pertenecer a varios grupos. Mientras por ejemplo suele considerarse como conjunción temporal, a pesar de que igualmente puede ser conjunción adversativa.

adversativo: Ella es trabajadora, mientras él es flojo.
temporal: Mientras tu cocinas, yo limpio el baño.


Del otro lado las relaciones entre dos acontecimientos pueden ser vagos y por lo tanto no está muy claro que conjunción mejor pega en un determinado contexto.

temporal: Después de que hayamos terminado el trabajo, nos vamos.
condicional: Si hemos terminado el trabajo, nos vamos.

Si existe una relación condiconal o una relación meramente temporal es muy a menudo una cuestión muy filosófica.

De vez en cuando incluso nisiquiera está claro si es una conjunción o un adverbio. En cuando al significado y a la función sintáctica se refiere no hay diferencia entre porém en portugués y sin embargo en español, pero para los portugueses porém es una conjunción y sin embargo para lo hispanohablantes, por lo menos en los libros de texto, un adverbio, como vamos a ver más tarde.

En la práctica, o sea en cuanto al aprendizaje de una lengua extranjera se refiere, estas preguntas no tienen en general ninguna importancia, porque para cada conjunción hay una en la lengua extranjera que corresponde, lo que de hecho es un fenómeno curioso. Es curioso que todas las lenguas hacen "inconcientemente" las mismas distinciones sútiles.





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